Greenwashing: el engaño verde
El verde es el nuevo color de moda. Al menos dentro de las corporaciones. Grandes empresas se desviven para demostrar que son ecológicamente responsables. Pero ¿qué tiene de malo esto?
Algunas empresas están genuinamente comprometidas para hacer del mundo un lugar mejor. Un lugar más verde. Y ¡así lo hacen saber! Tal y como lo abordamos en nuestro artículo anterior Marketing ecológico, una decisión responsable.
Desafortunadamente varias compañías se aprovechan de esta tendencia y caen en la práctica conocida como greenwashing , o sea disfrazar productos o servicios para hacerlos ver como respetuosos del medio ambiente.
Las pruebas
Según Terra Choice, una agencia de marketing medioambiental canadiense, el 98% de los productos etiquetados con algún distintivo «verde» en Norteamérica conducen a algún tipo de “impostor” ecológico o social entre sus compradores.
Un ejemplo conocido es el de Airbus A380 con su slogan “A better environment inside and out” (Un mejor ambiente por dentro y por fuera) lo que da la idea de ser una empresa ecológicamente responsable. Cabe recalcar que el avión Airbus A380 nada tiene de ecológico pues tiene un alto costo medioambiental.
Otro ejemplo es el de este anuncio de un perfume de Lancôme, que sólo toma el concepto de algo natural con un mero fin creativo/publicitario. Es decir, es adorno pues la colonia Hypnôse de Lancome no aporta en nada al medio ambiente.
¿Cuáles son las repercusiones? El problema es que los productos no tienen relación con la causa social que según apoyan. Es decir, salvo la idea publicitaria, no hay una ejecución de marketing con causa, no hay acción de responsabilidad social.
Nuestra sugerencia es que al realizar campañas con temáticas ecológicas estén genuinamente enfocadas en contribuir al medio ambiente, pues esto generará no solo un bien a la sociedad sino empatía y sensibilización por parte de los consumidores.