Publicidad discriminatoria
Hoy haremos un viaje rumbo a un lado poco hablado de la publicidad. Aquella que impacta pero no por su creatividad o diseño sino por sus mensajes negativos.
A mediados del siglo XX, la publicidad solía ofender a la mujer. Sus funciones parecían limitarse a quehaceres domésticos y en satisfacer a su esposo. Además, se les concebía como inferiores intelectual y físicamente.
Y eso se ve reflejado en los anuncios de la época:
Vitaminas PEP. Después de realizar la estresante y cansada limpieza doméstica, que una mujer luzca hermosa debe ser gracias a un secreto: las vitaminas.
Cerveza Schlitz, por medio de un mensaje “cómico”, se burla del ama de casa a la que se le quemó la cena.
«Un automóvil automático para un fácil manejo». Este anuncio hace referencia a la supuesta poca habilidad que tiene una mujer para conducir.
Podríamos pensar que en nuestra época eso se ha extinguido, pero por el contrario la publicidad con mensajes peyorativos continúa.
Dunkin’ Donuts y su anuncio de dona al carbón, causó polémica en Tailandia el año pasado.
Campaña de Gucci en la que se muestra a la mujer siempre a los pies del hombre.
Coca-Cola y su polémica campaña “Macho es mi novio porque toma Coca-Coca Light.
Y por último la famosa y premiada campaña de Tecate, “Es fácil ser hombre”.